Nigeria y el resto de los países que convergen en el bélico Lago Chad padecen la brutalidad terrorista del grupo insurgente Islámico Boko Haram, además de sufrir en niveles extremos la hambruna, las enfermedades y la escasez de agua potable. En esa zona de África el dolor de las heridas y pandemias van de la mano con las terribles vivencias sociales que cada día se vuelven más crónicas y obligan a cientos de miles a abandonar sus países rumbo a Europa en busca de un futuro distinto, pero que la mayoría de las veces no es como se imagina.
Ante la crisis del Lago Chad, el terrorismo de Boko Haram se ha transformado en un verdugo constante que asesina en masa, secuestra, viola y recluta para que inocentes obligados formen parte de un ejército sanguinario que busca radicalizar su concepción de vida en un continente que aspira libertad. Y, en este punto, las mujeres son víctimas fatales de los milicianos de Boko Haram que las utilizan como sucias para sembrar el terror y sufrimiento en zonas que desean controlar para extender su califato del mal.
El último informe del estadounidense Centro de Lucha contra el Terrorismo ha asegurado que Boko Haram ha sido el grupo que más mujeres ha empleado para perpetrar ataques terroristas en diversas partes del Lago Chad, una prueba de ello son las 224 mujeres que han sido utilizada en los últimos años como suicidas con bombas alrededor de su cuerpo. El Centro subraya que el empleo criminal de mujeres comenzó en el 2014 cuando el grupo terrorista secuestró a más de 200 niñas al norte de Nigeria, en la aldea de Chibok.
El Centro de Lucha contra el Terrorismo destaca que 56% de los 434 atentados suicidas realizados por Boko Haram en los más de ocho años de sublevación han sido cometidos por mujeres. Las féminas son preferidas por los milicianos de la organización terrorista ya que pasan desapercibidas ante los ojos de las fuerzas de seguridad y sus bombas no son observadas con mayor transparencia ya que sus vestimenta y niños en brazos las hacen "indefensas" ante los ojos de los policías o militares.
El uso de las "mujeres bombas" por parte de Boko Haram es un acto criminal que es deplorado por la comunidad internacional y aquellas naciones que contribuyen junto a Nigeria a derrotar al grupo terrorista que se aprovecha de las debilidades estadales en zonas como el estado de Borno (norte de Nigeria) para construir sus sangrientos comandos de muertes. El Centro de Lucha contra el Terrorismo termina su informe apuntando que "Miles de mujeres y niñas han sido secuestradas por Boko Haram y son empleadas en sus campos como cocineras, esclavas sexuales o son entrenadas para cometer atentados suicida".
REDACCIÓN INTERNACIONAL
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