Ir al contenido principal

Los Rosales, una monarquía incómoda


Manuel Rosales Guerrero, rostro visible del partido que él mismo fundó en el Zulia y que luego se extendió como un movimiento nacional en las elecciones presidenciales del 2006. Un Nuevo Tiempo (UNT) ha sido un nombre controversial en los últimos años de la política venezolana por sus aciertos y errores en el andar. Sin duda alguna en su consecutivas gestiones como alcalde de Maracaibo desde 1996, su primera vez, y luego como gobernador del petrolero estado Zulia, logró catapultar sus gestiones como sinónimos de éxito, en toda Venezuela se hablaba de lo limpio y bien organizado que se encontraba Maracaibo y el estado, pero no todo era color de rosa. El chavismo inició una campaña de desprestigio, el propio Hugo Chávez lo condenó en un acto público y Rosales dejó su palacio para huir al exilio en Panamá y Perú.

Desde aquel exilio, que muchos denunciaban era de lujos y de excentricidades, la imagen del buen gerente comenzó a decaer y su mujer, Eveling Trejo y su heredero político, el ex gobernador del Zulia, Pablo Pérez Álvarez, le ayudaron a tumbar la opinión pública que comenzaba a observar a Manuel Rosales y a su partido en el poder como unos populistas muy parecidos al chavismo. Su arraigo maníaco al poder regional, su frenesí por no abandonar la gobernación o la alcaldía de Maracaibo ha hecho, incluso en nuestros días, que la ciudadanía ya no vea en los Rosales un potencial sincero o digno de merecer la confianza de los zulianos y marabinos, a tal punto, que tanto Manuel como Eveling han sido abucheados en las multitudinarias marchas y protestas de la Oposición.

El regreso de Rosales del exilio evidenció una negociación clara entre la dictadura chavista y el líder de UNT, quien permaneció un año encarcelado en las mazmorras de la policía política y aún pesa sobre él una inhabilitación, pero goza de una libertad envidiable entre los demás presos políticos del chavismo que en la mayoría de los casos no pueden ni publicar alguna opinión en sus redes sociales ni recibir a medios de comunicación, cosa que Manuel Rosales hace a diario.


Redacción política

Comentarios

Entradas populares de este blog

La caída de Al Assad | Carlos Guerrero Yamarte

  Siria es un país que respira aires de libertad y esperanzas, pero no todo está hecho Justo cuando todo parecía seguir su curso, cuando la normalización de las relaciones con los países de la región estaba encaminada, el régimen colapsó en tan solo 12 días. Bashar al Assad jamás pensó que el fin de la dictadura familiar, que la inició su padre Hafez al Assad en 1971, estaba tan cerca. Y es que nadie en Siria pensó que la ofensiva militar rebelde, que arrancó el 27 de noviembre después de varios años de cierto apaciaguamiento, terminaría por derrocar al régimen de Al Assad el pasado 8 de diciembre, cuando “ el carnicero de Siria ” huyó a través de los túneles del Palacio Presidencial para subirse en un avión en el Aeropuerto Internacional de Damasco que lo trasladó hasta Moscú, la capital de uno de sus principales aliados. Aunque Bashar al Assad no era el favorito de su padre para convertirse en su sucesor, la terquedad de la historia así lo condujo después de la repentina muert...

Grandes personajes de la cultura Wayuu | Francisco Jiménez

L a cultura Wayuu es rica en todos sus aspectos, desde la parte socio-antropológica hasta la socio-cultural. Es interesante ver cómo el sistema de representación de este pueblo integra una serie de deidades importantes en su  universo mítico. La figura central es Maleiwa, Dios creador de los Wayuu y fundador de la sociedad. También están Maa y Juyá, esposos asociados a la generación de la vida. Maa, la madre Tierra, se asocia a la sequía, los vientos y algunos lugares que habita. Juyá, su esposo, es la gran lluvia de esas tierras. A pesar de esta gran majestuosidad y la  importancia que juega esta etnia en la  sociedad, se ha podido ver cómo han ido perdiendo el valor cultural que poseen, pues algunos  indígenas reniegan de sus propios orígenes; olvidándose así del  sentido de pertenencia y logrando de esta forma la deculturación . Cabe destacar que, aunque muchos indígenas niegan sus costumbres, existen  grandes personajes Wayuu que han colo...

El silencio que nos condena | Joel Morales

 Seguimos siendo mayoría quienes deseamos un cambio en el poder político de Venezuela, pero no todos estamos dispuestos a actuar Quienes decidimos salir a participar el pasado 25 de mayo en las elecciones regionales y parlamentarias, siempre supimos que había dos grandes rivales frente a nosotros: el ventajismo natural del chavismo y el abstencionismo. Sin embargo, emprendimos una campaña firme defendiendo el voto como método de resistencia y convencidos de que podíamos lograr niveles de participación altos que nos permitieran ganar gobernaciones y curules en la Asamblea Nacional.  Cuando se cerraron los centros de votación el domingo por la tarde ya todo el país sabía que el triunfo era para el ala abstencionista. Hay encuestadoras que afirman que la participación fue del 13,59%, analistas que afirman que rondaría el 25%. Sea cual fuese el numero correcto, la realidad es clara: Seguimos siendo mayoría quienes deseamos un cambio en el poder político de Venezuela, pero no todos...