El chavismo cantó victoria y retó al propio pueblo venezolano, así como a más de 15 países y decenas de organizaciones no gubernamentales que exigían respeto a los derechos humanos y a la Constitución, pero nuevamente la hostilidad y decadencia democrática se impuso frente a la palabra de la mayoría de los ciudadanos que rechaza cualquier propósito contrario a la República y a los intereses de la misma.
La Constituyente chavista no fue electa, sino todo lo contrario a la ley, fue impuesta a balas y sangre por los poderes fácticos que manejan al régimen y controlan a Maduro como un títere sin importarles el sufrimiento colectivo que viven los venezolanos a causa de una gravísima crisis económica, la cual se gravará con los planes estériles que los "ilustres" constituyentistas propondrán cuando se instale ese bodrio ilegal que el chavismo en sus días de decadencia ha decidido abrazar.
El mundo entero conoce la verdad del proceso fraudulento que se impuso ayer en Venezuela y que terminó por enterrar cualquier señal del otrora sistema democrático nacional; desde París hasta San José ha sido el desconocimiento masivo, claramente inédito, de naciones hermanas que han expresado su rechazo a una guillotina que busca decapitar tanto a la oposición como a la poca democracia existente. La Constituyente fraudulenta de Nicolás Maduro no va a sofocar los aires libertarios que han resurgido en Venezuela, nuevamente el chavismo se equivocó.
Comentarios
Publicar un comentario