Los periodistas venezolanos tienen muy poco que celebrar en su día, especialmente en cuanto a respeto y garantía de seguridad en el desarrollo de su labor en distintos escenarios que demanden la atención mediática nacional. En Venezuela los comunicadores sociales son arrastrados en las manifestaciones para que no transmitan la brutalidad militar; son víctimas de la censura editorial y agredidos por los grupos fanatizados que defienden el proyecto chavista. Los periodistas luchan en todas las trincheras para intentar llevarle la información a los ciudadanos que padecen el bloqueo mediático de Conatel, cuya institución hace el papel del censor, del secuestrador de las noticias.
A pesar de todas las limitaciones que sufre el periodismo en Venezuela, los comunicadores son heraldos de la información que atraviesa el empedrado camino de llegar a los hogares venezolanos y poder decirle con la mayor responsabilidad que a un joven de 22 años lo fusilaron efectivos de la Guardia Nacional en los alrededores de la base aérea La Carlota, aún cuando este se encontraba desarmado. La información llega a través de la radio, con suma dificultad por televisión, con limitaciones en la prensa escrita pero sin censura por Internet, que se encuentra en la mira del terrorífico director nacional de Conatel, Andrés Eloy Méndez.
La mayor bomba de oxígeno que tiene una democracia luego de la separación de poderes es el respeto a la libre opinión y el derecho a la libertad de información, no funciona una democracia correctamente cuando se calla a la prensa, cuando se asesina a un periodista o se clausura un medio. La libertad informativa la respalda una bondadosa legislación universal que es pisoteada por dictadorzuelos que se creen omnipotente, como es el caso de Nicolás Maduro.
Subversiónen letras es un ejemplo categórico de la necesidad ciudadana de estar informado mediante medios alternativos a los convencionales que suelen colocarse un bozal para no incomodar al poder. Desde este pequeño espacio alentamos a los periodistas y estudiantes, heraldos de la libertad informativa, a no decaer en la lucha continúa por el respeto a los derechos civiles y ser constantes con los valores éticos que demanda el periodismo. Diariamente hay que seguir creando consciencia ciudadana y moviendo la silla de los de arriba.
Comentarios
Publicar un comentario