El país sigue sumergido en una incertidumbre económica tan grande como su deuda externa, tan grande como el porcentaje de personas en situación de pobreza en el país y, tan grande, como el caos que a diario se vive en Venezuela cuando a materia de alimentación, medicamentos, inflación y poder adquisitivo nos referimos. Incertidumbre y caos que depende de distintas acciones que ha venido desarrollando el gobierno nacional, medidas todas que, por su complejidad y necesidad de un extenso análisis político y económico, no tocaré en el presente artículo. Sin embargo, en esta oportunidad, centraré la atención en un tema que me ha llamado poderosamente la atención y considero tiene un trasfondo bastante interesante, me refiero en consecuencia al traspaso de funciones por parte del presidente Nicolás Maduro al vicepresidente Tareck EL Aissami. Veamos más a fondo cómo se desarrolló esta medida.
El pasado 26 de enero se publicó un nuevo decreto con valor, rango y fuerza de ley en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela número 41083, en la que formalizaba el traspaso de funciones en materia económica del presidente al vicepresidente, según Nicolás, esta medida se dicta con el fin de “lograr la mayor eficacia política y la refundación de la nación venezolana”, de esta manera el decreto contemplaba 15 funciones que le pertenecen ahora a Tareck, medidas que en resumidas cuentas son las siguientes:
1.- Dictar decretos para efectuar traspasos presupuestarios de los ministerios.
2.- Dictar decretos mediante los cuales se acuerda la rectificación a los presupuestos de egresos de ministerios.
3.- Dictar decretos para prorrogar el plazo establecido para supresión o liquidación de órganos o entes de la administración pública.
4.- Dictar decretos para nombrar a vice ministros, presidentes y miembros de juntas directivas de entes descentralizados.
5.- Dictar decretos de expropiación o adquisición forzosa.
6.- Dictar decretos para ordenar o autorizar la creación, modificación o liquidación de entes descentralizados.
7.- Conocer, aprobar, diferir o negar puntos de cuenta presentados por ministros y otros funcionarios del Ejecutivo.
8.- Dictar decretos y actos previamente autorizados en puntos de cuenta por el presidente de la República y aprobados en Consejo de ministros.
9.- La actuación del Presidente de la República como miembro o presidente de órganos colegiado.
10.- Aprobar y firmar actos para el otorgamiento de jubilaciones especiales a funcionarios, empleados u obreros de la administración pública.
11.- Aprobar, diferir o negar puntos de cuentas que presenten los ministros para solicitar divisas relacionadas con operaciones del sector público ante el BCV.
12.- Aprobar, diferir o negar puntos de cuenta contentivos de los presupuestos de entes descentralizados sin fines empresariales y las sociedades del Estado y otros entes descentralizados con fines empresariales.
13.- Dictar decretos donde se declare la insubsistencia a presupuestos de egresos de ministerios.
14.- Dictar decretos mediante los cuales se exoneren total o parcialmente de IVA las importaciones definitivas de bienes corporales, ventas de bienes y prestaciones de servicios.
15.- Dictar decretos donde se exoneren total o parcialmente de ISLR los enriquecimientos obtenidos por sectores estratégicos o provenientes de proyectos especiales.
Como podrá notar, estas medidas son meramente en materia económica y obedecen mayormente al funcionamiento de la administración pública en general, contemplando: ministerios, vice ministerios, órganos y entes de la administración pública; entes descentralizados, etc. Esto deja al vicepresidente con una amplia capacidad de manejo de dinero que es necesario para garantizar el funcionamiento de las oficinas gubernamentales, de manera que a El Aissami, más que darle una mera tarea en relación a administración de recursos monetarios, se le da la responsabilidad, muy grande, de mantener funcionando a la administración pública nacional en casi todos sus niveles.
En contra posición a lo expuesto, se puede pensar que con el desenvolvimiento que ha tenido al pasar de los años, la administración pública nacional no es eficiente y no conviene o no es necesario designar a una persona que se encargue de distribuir sus recursos de manera equitativa, eso a efectos del punto de vista ciudadano es válido, como también es válido pensar que, por otro lado, sí es necesario como medida que ayudará a optimizar resultados a favor de la población en relación a atención inmediata al público, por ejemplo. Como ya lo expresé, ambas visiones pueden ser válidas tomando en cuenta el punto de vista cómo se miren. Dejo este punto a consideración personal, pues la evaluación de la administración pública puede ser tan variada como los instrumentos que se utilicen y las perspectivas manejadas en relación a la misma.
Dejando eso a un lado, pasemos a un tema que en general puede ignorarse, pero a mi parecer tiene mucha tela que cortar entre líneas y es la intención con la cual se realiza este traspaso de atribuciones. Comencemos por las declaraciones del presidente Maduro que resalté anteriormente: “lograr la mayor eficacia política”, esta me parece una frase bastante interesante, pues, cuando un mandatario habla de hacer medidas en pro a la mayor eficacia política, después de ser la continuación de una idea política que tiene 18 años gobernando al país, es entender en consecuencia que -entre líneas- en 18 años no han sido capaces de lograr la mayor eficacia política, ni su antecesor, ni el que esta en el presente, ni quienes lo acompañan. Me causa bastante asombro leer este tipo de declaraciones de parte del ejecutivo nacional, sobre todo si recordamos cuánto tiempo, dinero y recursos se han “invertido” en 18 años de “revolución”.
Por otra parte Nicolás hablaba de la “refundación de la nación venezolana” y, a propia consideración, es una manera muy sencilla de darle a entender a todo el país que los cambios que hemos tenido en estos 18 años no han sido suficientes para lograr ese ideal que todos los mandatarios deberían plantarse al momento de llegar a la presidencia.
“En donde esta el país y hacia dónde quiero llevarlo, y cómo quiero que termine cuando yo no esté en la silla presidencial” entiendo entonces que Nicolás no entiende o bien, siente, que no ha llegado a ese punto con relación al destino que se plantó para el país (si es que se plantó uno). Esto es digno de causar inquietudes, sobre todo porque en los últimos años hemos sido testigos de tantas reformas, sobre todo en materia económica que muchas veces el país y el sistema no terminan de adaptarse a las consecuencias de una medida cuando ya se esta dictando otra.
Pero, mas allá de analizar el discurso político del primer mandatario nacional, pasemos a analizar lo siguiente: ¿Por qué se le dieron estas atribuciones al vicepresidente El Aissami? Para responder de manera completa a esta pregunta primero es necesario tomar en cuenta lo siguiente: es un año bastante complicado para el país, sobre todo en el tema económico existe mucha incertidumbre, por ejemplo, sobre las cifras de inflación que el Banco Central de Venezuela (BCV) aún no pública y es cuando expertos en materia económica se abocan a la difícil tarea de dar cifras aproximadas, las cuales no son alentadoras. Con relación a lo anterior se destacan también niveles muy bajos de producción en todos los rubros de la mano de la incapacidad o la no voluntad del gobierno por reactivar los mecanismos de producción, sin mencionar las altas cifras de desempleo, pobreza y desnutrición que arropan al país. Esto de la mano de un reciente aumento de suelo, salario y el aumento de la unidad tributaria que es base del cestaticket, lo cual ha golpeado y golpeará muy fuertemente a las empresas del país de todos los tamaños.
Además, es un año en que, “en teoría”, deberían realizarse elecciones regionales. Año difícil entonces para cualquier gobierno (incluso para aquellos que han realizado buenas gestiones), pues las lecciones siempre presentan un reto de lado y lado que es mas fácil superar para las oposiciones ya que, en muchos casos, a través del foco de las críticas se puede realizar una campaña o simplemente dejando que las malas acciones del gobierno sigan llevando a malos resultados y mostrándose como una alternativa a esos resultados, estrategia que por ejemplo usó muy bien la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para las elecciones del 6 de diciembre. En este sentido, el gobierno esta buscando prepararse para unas futuras elecciones de este tipo (me refiero a las regionales) a través de distintas acciones de carácter social como lo ha sido, por ejemplo, la implementación y desarrollo del carnet de la patria –del que hablé la semana pasada explicando su trasfondo, los invito a leerlo para que en consecuencia entiendan mejor este argumento expuesto–.
Es, entonces, cuando luego de entrar en contexto con lo anterior y entendiendo que las dos variables representan efectos negativos para se pueda responder la interrogante planteada, las atribuciones que expuse al principio se le dan al vicepresidente El Aissami con los siguientes fines:
1.- Restarle responsabilidad al presidente Maduro en relación al mal estado de la economía nacional, al menos de manera directa, es decir, el presidente bien puede seguir dictando medidas económicas para la redistribución del presupuesto nacional y la exoneración del IVA y el ISLR, por ejemplo, pero a través del vicepresidente, esto le daría la posibilidad al primer mandatario de desviar la atención y la responsabilidad política, no solo de la ejecución de las futuras medidas en esta materia, sino también las consciencias que las mismas puedan tener en caso de que sean negativas, me refiero solamente en caso de que sean negativas, porque en caso de que alguna medida sea positiva al menos en un ámbito, la responsabilidad evidentemente será dirigida al ejecutivo quien, bajo el aval de haber impulsado este traslado de funciones, se adjudicará el crédito de las medidas desarrolladas.
2.- Si como bien lo dice el decreto, es el vicepresidente quien se encarga de dirigir el país en este sentido, será entonces un alivio político que Maduro podrá tener, una carga menos en el gran costal que tiene bajo su espalda, esto con el fin de concentrar su atención en tomar medidas de carácter social que afecten directamente a la población buscando un resultado positivo, como ya lo esta haciendo a través de la promoción del carnet de la patria, que, según el mismo mandatario, podría extenderse hasta marzo de ser necesario, esto en miras a ganar popularidad y votos para su partido y sus candidatos en unas futuras elecciones regionales a las que se arriesgaría el gobierno una vez hayan realizado todas las acciones sociales posibles que al menos les den una sensación de seguridad y de victoria para medirse ante la oposición.
3.- En otro contexto, el gobierno nacional podría estar midiendo cómo es recibida la imagen de Tareck El Aisaami ante la crítica nacional, visualizando que en un futuro sean necesarias elecciones nacionales, considerando que, según la Constitución, a Maduro no le queda mucho en el poder y entonces sea necesario desde este momento plantearse un escenario donde el chavismo no pueda apostar por Nicolás Maduro y se vea en la necesidad de un nuevo candidato, que, a mi parecer, es lo que han venido haciendo con el puesto de vicepresidente, usarlo para probar y medir qué tan bien o mal recibido es quien entra al puesto, eso podría explicar los cambios tan constantes que se han hecho en ese sentido con Padrino López, Aristobulo Isturiz y ahora Tareck El Aissami.
En conclusión y observando los nuevos poderes que tendrá el vicepresidente El Aissami a nivel de presupuestos de ministerios, puntos de cuenta de los ministerios, nombramiento de vice ministros, decretos de expropiación, exoneración del IVA y del ISLR (siendo estos dos los mas delicados tomando en cuenta que de estos ingresos el Estado y, sobre todo el gobierno, usan en gran medida para mantenerse) que son bastante importantes para el desenvolvimiento del país y, tomando en cuenta la grave situación económica y política que enfrenta la población y el presidente, será muy delicada la situación del segundo al mando de Venezuela, esto en relación a su imagen como uno de los lideres del chavismo y sin dejar a un lado que el resultado de las medidas tomadas puede ser beneficioso o negativo para su persona y para Maduro, será bastante interesante ver y evaluar cómo Tareck enfrentará este reto. Si su aceptación será la necesaria para poder mantenerse en el puesto más tiempo que sus antecesores, ¿por qué no medirse entre los grandes del chavismo como un posible candidato en unas futuras elecciones nacionales?
Raymer Sánchez | @RaymerSnchez
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