Con una extensión de 2 724 900 kilómetros cuadrados, Kazajistán es una república independiente que hasta 1 990 fue miembro de la extinta Unión Soviética, luego de la perestroika de Mijal Gobarchov. Los límites de este transcontinental que se sitúa entre Asía y Europa son: al norte y oeste está ubicada Rusia; al este se encuentra China; al sur se ubican Kirguistán y Uzbekistán; al oeste el mar Caspio y al suroeste el mar de Aral
Kazajistán tienen importantes recursos naturales que son velados por las grandes potencias que ven en este país un punto geopolítico fundamental. Algunos recursos son el petróleo, el gas natural, hierro, manganeso, cromo, níquel, cobalto, cobre, plomo, cinc, bauxita, oro y uranio, además de poseer puertos valiosos como el de Aqtau, Atirau, Oskemen, Pavlodar y Semey.
Nursultán Nazarbayev, presidente de Kazajistán
Ahora bien, luego de que Kazajistán adquirió su independencia y suscribiera el tratado de adhesión a la Comunidad de Estados Independientes, junto a las restantes repúblicas asiáticas de la antigua URSS, el presidente Nursultán Nazarbayev inició una suave transición a la economía de mercado. Asimismo, el gobierno afianzó la posición del país en el plano internacional al ingresar en 1 992 al Fondo Monetario Internacional (FMI), la OCDE, la ONU y permitió el desmantelamiento de las armas nucleares.
En ese mismo contexto, en el ámbito internacional, Kazajistán ha llevado a cabo lo que se conoce como la “política exterior multivectorial”, cuyo objetivo es buscar buenas relaciones con los dos vecinos principales (Rusia y China), con Estados Unidos y Occidente en general. La política ha dado resultados en el sector petrolero y del gas natural, donde conviven empresas de Estados Unidos, Rusia, China y Europa que también ocupan direcciones multidimensionales de oleoductos para la exportación de petróleo de Kazajistán. Rusia arrienda actualmente alrededor de 6 000 kilómetros cuadrados de territorio kazajo.
Analizando esto, se puede comprender que la influencia rusa es superior a la estadounidense en Kazajistán, pues además de áreas económicas, Rusia tiene el control del Cosmódromo de Baikonur. La nueva geopolítica de energía rusa no está dispuesta a perder a un socio tan importante que también posee factorías en el mar Caspio. En torno al mar Caspio se albergan 25 millones de barriles de hidrocarburos. Las reservas de Kazajistán, Turkmenistán y Uzbekistán igualan las de Kuwait y supera las de Alaska y el mar del Norte juntas. Por eso el control de esos yacimientos es tan importante para las potencias hegemónicas.
Redacción internacional.
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