Manuel Rosales, ¿la última carta de la oposición regional?

Mucho se ha hablado del fundador de Un Nuevo Tiempo (UNT) desde su llegada nuevamente a Venezuela tras varios años ya de exilio político y luego de ser perseguido ferozmente por el gobierno nacional del ex presidente Chávez.

En su momento, algunos pensaban que su regreso tenía que ver con una estrategia política que en consecuencia levantará el nombre del partido político que él fundó, otros mencionaban que Rosales había vuelto para gerenciar y modificar (esta vez a domicilio) ciertas irregularidades de su partido, así como también poder definir los candidatos que irían a las parlamentarias del 6 de Diciembre, entre otras cosas.

Lo cierto es que la libertad de Rosales no duró mucho gracias a la detención que efectuó el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). Pocos minutos después de su llegada al país pasó de ser un pasajero a un huésped más en el Helicoide, aunque con comodidades suficientes como para poder realizar todo lo anteriormente mencionado. Con su llegada y detención, Rosales dejó muchas interrogantes, pues era sensato pensar que el presidente Maduro no iba a darle la libertad que le negó su antecesor en la silla presidencial, para el Presidente Maduro, negarle la libertad a Rosales era una de tantas herencias que le había dejado el “Comandante”.

Considerando la situación de los presos políticos de renombre del país, en lo personal, no consideré la libertad de Rosales una posibilidad, al menos no en este sistema político y, como yo, muchos pensamos que él había entregado su libertad y sus comodidades en bandeja de plata. De seguro usted, amigo lector, se preguntó en algún momento ¿por qué vuelve Manuel? Tomando en cuenta las consecuencias tanto positivas como negativas para su persona y su partido político, pasado ya un año desde esa situación y considerando los resultados de su regreso, podemos llegar a la siguiente conclusión.

Rosales volvió para retumbar en el Zulia con su llegada al país, buscó y, en consecuencia, triunfó al darle un mejor posicionamiento a UNT frente a Primero Justicia y Voluntad Popular, partidos políticos que, a pesar de tener un nombre pesado en Venezuela entre los partidos de oposición, en el Zulia no han podido ser lo que aún, con candidatos desgastados, sigue siendo en el Zulia UNT.

Volvió también para, a través de los recursos que aun posee en el país, negociar su status de perseguido político que durante tantos años lo alejó (al menos físicamente) de su zona política de confort, propósito que logró de menos a más desde su estancia en el helicoide, pasando por la medida de casa por cárcel hasta su reciente liberación total que fue anunciada a través de las redes sociales y presenciada por quienes lo acompañaron en su acto de concentración los pasados días en la ciudad de Maracaibo. Con este acto, no solo Rosales pudo re-enamorar a una gran cantidad de personas, sino también a la gran mayoría de dirigentes políticos de la región que están tras su nombre, lo cual, en relación a encuestas, les da un plus en futuras elecciones.

Ahora bien, ante lo mencionado anteriormente, nos preguntamos ¿y Manuel? Lo cierto es que tiene dos opciones muy claras a mi parecer, al menos desde el punto de vista político, tomando como escenario mas inmediato las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes que deberían realizarse lo más pronto posible, ya que, como consecuencia de las negociaciones entre la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el gobierno nacional, no pudieron ser el año pasado.

Entonces, considerando la difícil situación del Zulia en cuanto a candidatos firmes de oposición que le puedan hacer frente a los del gobierno, entendiendo que Lester Toledo ha desaparecido de la palestra pública desde su medida de detención, que Eveling Trejo no es una candidata firme para hacerle frente a un Arias Cárdenas que dentro de lo mucho ha hecho poco, pero, ha hecho y, además cuenta con el arropo de la maquinaria de movilización del gobierno, y tomando en cuenta que Guanipa aprovechó el auge de la oposición para ganarse un puesto en la asamblea, la oposición no tiene muchas cartas para medirse de “tú a tú” con el Chavismo en unas próximas elecciones regionales, lo cual, abre una puerta a pensar que Rosales podría ser ese candidato que a la oposición le falta y necesita.

Dicho lo anterior, Rosales podría entonces valerse de los recursos logísticos y políticos que posee para ser un candidato firme que pueda pelear una gobernación tomando en cuenta que su voto duro se encuentra en Maracaibo y, que esta, es una de las regiones del Zulia con mayor población, le tocaría entonces reencontrarse con los electores de las zonas aledañas a Maracaibo en general, proceso que, arropado con su nombre y trayectoria en el Zulia, no será difícil, al menos según mi apreciación. Incluso valiéndose de lo anterior, Rosales podría ser quien levante a candidatos nuevos y frescos para las alcaldías, personas que se ajusten a las necesidades que reflejen los zulianos en las encuestas y puedan ser capaces de asumir el reto de pelearle tal cargo a contrincantes chavistas. S e preguntaran ¿por qué solo menciono a contrincantes chavistas? Pues porque Rosales puede también ser un personaje que una a los partidos políticos de la región en miras a unificar esfuerzos y candidatos.

A su vez, Rosales, bien puede también quedarse detrás del escritorio, cual gerente y, desde el silencio y la tranquilidad, orquestar el paso a paso de la oposición o al menos de su partido político en el Zulia buscando a su vez ser un agente de influencia en la MUD -tomando en cuenta que quizá ya lo es-. 

Entonces, luego de un año de una estrategia clara que dio, al parecer de mi persona muy buenos resultados, nos toca esperar y evaluar lo que pase en los próximos días, no solo en el Zulia, sino en el país, pues de unas futuras elecciones regionales que el gobierno no quiere y no conviene, sabremos si Rosales será un agente de cambio que dirija las bases de su partido y de la oposición que lo sigue a través de sus militantes y personal capaz de ser candidatos firmes o, si por otro lado, él asumirá el demandante reto, después de tantos años, de presentarse como la cara que la oposición tendrá para las elecciones regionales ya sea como gobernador o como alcalde de algún municipio. 

Lo cierto es que, a falta de dirigentes firmes que cuenten con apoyo suficiente, con nombre y trayectoria política al menos en la Región, Rosales puede ser la ultima carta que le queda a la oposición del Zulia. El tiempo dirá si mi apreciación es correcta o no.

Raymer Sanchez | @Raymersnchez