Desde hace décadas las elecciones se han convertido en la expresión más clara y categórica de toda democracia, sin embargo, no todas las elecciones se dan en un territorio donde predomina la democracia, pues si en un país los tres principales instrumentos de la misma democracia (representación política, división de poderes y pluralismo) fallan, la democracia no es auténtica, es un sistema degenerado que solo desemboca en la tiranía.
Venezuela necesita un mecanismo para poder drenar tanta frustración, descontento y rabia con todos los bandos políticos que le han fallado a la sociedad. Las elecciones regionales como las municipales no están garantizadas para el presente año, no hay un movimiento de ninguna fuerza política -ni siquiera la Opositora- que se muestre en las calles pidiendo elecciones, salvo los distintos actos de la Asamblea que piden comicios electorales. Los venezolanos deben arrancarle al régimen de Maduro todas las elecciones, no pueden amilanarse y deben exigirle a sus representantes opositores que actúen en pro de un camino electoral.
Todo el país unido pide elecciones, gritan en apoyo a la necesidad de exigir elecciones cuanto antes. Ahora, la pregunta es evidente: ¿Quiere el liderazgo opositor elecciones o su algarabía en la Asamblea es solo una tapadera?
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