Inicia un año nuevo que se vislumbra poco favorable para los venezolanos y de choque para las élites de cada sector político del país. La crisis económica, social y política ha sobrepasado la capacidad del régimen que hoy mal dirige Nicolás Maduro, quien se ha convertido en un títere de los militares y del ala radical de su partido. El Gobierno no muestra interés en resolver la grave crisis, sino que cada día la profundiza más y del otro lado del carril, en la MUD, las peleas y divisiones son cada día peores.
Las élites políticas venezolanas se han acuartelado para defender sus intereses mientras que los venezolanos se encuentran entre el fuego cruzado de dos dirigencias totalmente desubicadas de los problemas reales que día a día afectan a la nación caribeña. Dentro del chavismo la lucha de poder es interminable, no hay un liderazgo claro que cohesione a las bases descontentas ni mucho menos que tenga la firmeza de enfrentarse a una reforma total del fracasado sistema socialista. En la MUD, que no es gobierno pero tampoco ha escuchado ni se ha sentado del lado del pueblo para entender su situación como debe de ser, se encuentra sumergida en una crisis de personalismo, todos quieren ser candidatos pero no se dan cuenta que antes deben de buscar la manera constitucional de enfrentarse al oprobio chavomadurista.
Las élites en Venezuela están del lado de sus bolsillos, pero ¿quién está del lado de los venezolanos? la sociedad civil debe de actuar y no esperar que otros resuelvan lo que se debe resolver inmediatamente.
Comentarios
Publicar un comentario