En Venezuela las Fuerzas Armadas es sinónimo de atraso y corrupción E s posible que a muchos el artículo les parezca una autentica “falta de respeto a la moral castrense” o tal vez me califiquen de “frenético pacifista” por mi inmensa aversión a los militares y todo ese componente logístico de fuerzas especiales que a lo largo de nuestra historia -tanto en Venezuela como en América Latina- han logrado anclarnos al subdesarrollo con el apoyo de aquellos políticos que necesitan permanecer o entrar al poder por la fuerza. Para Venezuela, el militarismo ha significado un atraso inmenso para el desarrollo del país, e incluso, para el buen funcionamiento de la hoy sepultada democracia. Desde que Chávez intentó entrar al poder con aquel funesto intento de golpe del 92, los militares se han creído una fuerza “sobrenatural” capaz de hacer y deshacer con la civilidad y la ley lo que les dé la gana. Las consecuencias se comienzan a observar hoy día cuando vemos que los principales promot
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