El presidente del Parlamento venezolano no titubea para atacar al régimen
Henry Ramos Allup ha vuelto a ser una figura legislativa de alta importancia para muchos, no solo por la razón de que dirige la Asamblea Nacional, sino por su capacidad de liderazgo que ha demostrado desde su juventud hasta sus años de “hombre fuerte”. A este “zorro viejo”, como le llaman adeptos y detractores, no le tiembla el pulso para decir sus verdades a quien sea y mucho menos para quedarse callado ante los argumentos nefastos de los jerarcas y súbditos del régimen venezolano.
Al fallecido presidente Hugo Chávez, se le ocurrió una vez decir que “hay que freirle la cabeza a los adecos (como se le conoce a los militantes del partido Acción Democrática, al cual pertenece Ramos Allup)”, y el presidente de la Asamblea Nacional no guardó silencio en una masiva asamblea de ciudadanos en la occidental ciudad de Maracaibo, cuando dijo “Uno que quería freirnos la cabeza ya no está, pero tampoco le quedó manteca”.
A Ramos Allup lo identifica su voz, inconfundible donde sea que uno esté, pero ante todo su mayor signo de reconocimiento es la palabra, un hombre con un léxico enorme, una capacidad de racionamiento increíble que roba la atención en cualquier escenario, a juicio de muchos, es el único dirigente de la Oposición que lo logra, pero la soberbia lo invade de vez en cuando y hace que cualquiera voltee a otro lado para decir “este tipo se cree el poseedor de la verdad”, lo comento porque lo he hecho.
Actualmente, Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, figura de terceros en las encuestas realizadas por todo el país ya que antes que él están Henrique Capriles y Leopoldo López como favoritos a liderar una elección presidencial, pero cabe resaltar que López se encuentra en prisión desde hace ya dos años. Y parece que a Henry Ramos le interesaría ser candidato, claro, primero midiéndose en una elección interna de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Indiferentemente que sea candidato o no, Ramos Allup tiene un “jefe de campaña” contrario a él, el presidente Nicolás Maduro no lo deja de nombrar en todas sus alocuciones; en sus sueños debe ser “el adeco” su pesadilla, el hombre que aparece entonado un efusivo discurso y despierta de golpe a Maduro. Parece una obsesión la del jefe de Estado mencionar al presidente del Parlamento; lo insulta, lo injuria, trata de sacarlo de sus casillas, pero Ramos Allup guarda sus respuestas para una mejor ocasión.
Finalmente, Henry Ramos Allup sabe que él tiene una fuerza que se está haciendo grande; conoce a ciencia cierta que su discurso está calando y que representa a muchos venezolanos a los cuales les encantan los políticos que dicen las cosas “sin pelos en la lengua”. Ahora, mucho cuidado debe tener “el adeco” con creerse el mejor, pues hay mucha gente dentro de la MUD que también trabaja y aunque no son de su personalidad, tienen ideas suficientes.
Carlos Guerrero / @SrVenezolano.
Carlos Guerrero / @SrVenezolano.
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