Los Castro han reinado entre la miseria y el sufrimiento del pueblo cubano
Desde el inicio de la Revolución Cubana en 1959, la “Perla del Caribe” no es la misma y, seguramente, cuando el actual régimen termine sus décadas de gobernanza entre miseria y muerte, tampoco volverá a ser la misma, pero podría comenzar a construirse una mejor para todos los cubanos; para los que están allí, esas nuevas generaciones que desean una Cuba libre y para los tantos que se han ido en busca de un futuro mejor lejos de la tiranía de Los Castro.
Fidel Castro es un ser despreciable y no lo aseguro por haber leído aquellas tristes y escalofriantes memorias de Juanita Castro, hermana de este dúo de maldad, sino porque Venezuela en los últimos años -y en el mejor momento económico- recibió a cientos de médicos cubanos que venían a nuestro país en una “misión por la vida” y desde mi ciudad he podido hablar con los pocos que aún quedan, los mismos me han contado “su vida” en aquel país de consigna y propaganda.
Para nadie es un secreto que en Cuba se fusiló a los opositores más guerreros contra la implementación del comunismo; se persiguió y se persigue al que piensa diferente, sin importar si se es mujer u hombre, para muestra las constantes agresiones de los grupos neofascistas autodenominados CDR (Comités de Defensa de la Revolución) contra las Damas de Blanco o la inhumana intimidación de la inteligencia nacional contra los fragmentados grupos opositores.
Raúl Castro, un poco lento en aprendizaje y muy poco conocedor de política, sólo aprendió en la clandestinidad cómo fumar tabaco y disparar sin contemplación, es un tipo bastante reformista al que no le gustaban aquellos “rituales socialistas” que su hermano les obligaba a practicar para “parecerse al pueblo”, se ha convertido en el jefe de Estado y líder del Partido Comunista Cubano que le abrió las compuertas al mismo Estados Unidos y aplaudió el discurso de Barack Obama en aquella histórica ceremonia de restablecimiento de relaciones diplomáticas. Para muchos miembros de este establishment verdeoliva, fue un acto de sumisión, aunque Raúl dijera lo contrario.
Cuba vive momentos muy difíciles donde el dinero se está acabando y la conciencia política en la ciudadanía parece estar despertando poco a poco de un mal sueño que ya tiene 53 años. Venezuela se está quedando sin dinero y ante esta situación, la isla está experimentando una sensación que sintieron hace unos años con el llamado “Período especial” que hoy han exportado a mi país y para enfrentar esto, Cuba busca negocios con Argelia y Estados Unidos, en un intento de respirar un poco del malestar persistente.
Los Castro poco a poco se envejecen, ya no son los mismos que hace cinco décadas y no podrán enfrentarse a nadie sin sus súbditos infelices que se arrodillan a cualquier dictamen del viejo Fidel; ya las ideas se han difuminado en el tiempo, pues sus experimentos con Venezuela han resultado explosivos. El mundo ha observado que esa hermandad solo puede ofrecerles pobreza, hambre, muerte y carestía; los ideales de aquel monstruo que surgió con un “proyecto de país” contra la dictadura de Batista, terminó peor que cualquier otra: los poderosos enriquecidos y el pueblo hurgando en la basura.
Carlos Guerrero / @SrVenezolano.
Comentarios
Publicar un comentario