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EDITORIAL | Ideas antes que balas


Los venezolanos no pueden abandonar su democrática y pacífica lucha por recuperar la libertad y reconstruir a Venezuela; son momentos cruciales de dignidad y fortaleza que no pueden dejarse perder por culpa de divisiones inducidas desde los organismos de inteligencia del régimen bolivariano para desviar a la Oposición de su rumbo futurista y unitario. 

El chavismo desde que asumió el poder político en el país sólo le ha ofrecido a sus detractores dos cosas: miseria y balas. Si usted es crítico lo atacan, vilipendian y hacen todo lo posible por hundirlo en la más grande de las miserias y en el peor de los cosos, los truhanes que visten de verdeoliva le asesinan por exigir respeto y lealtad a la Carta Magna. 

Venezuela ha sido saqueada, golpeada, destruida y regalada por un régimen plutócrata que se ha enriquecido y al pueblo empobrecido sin ninguna objeción de patriotismo. Para el chavismo ser patriota significa ser leal al partido de gobierno pero no a la República y a sus libertadores que lucharon incansablemente por darnos un país soberano y no arrodillado a los dictamentes de otra nación.

Deben entender todos los venezolanos, chavistas u opositores, que un país no se construye con violencia callejera ni mucho menos con represiones que siembren más dolor y sufrimiento en las madres de Venezuela; el mejor país se construye con ideas e idealistas, se va construyendo la República con compromiso y trabajo. No creamos más nunca la leyenda urbana de que somos “un país rico” por sólo tener petróleo, porque un país es rico cuando tiene educación de calidad y cultura, un país es verdaderamente rico cuando sus ciudadanos aprenden a hablar antes que gritar, pero lo más importante para que este país sea rico, es que nos aprendamos a reconocer los unos a los otros, porque son las ideas las que salvan la patria y no las balas que impongan gobiernos.

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