La región vive momentos de tensión
en sus distintos países
Son innumerables los acontecimientos que día tras día
ocurren en Suramérica; a cada minuto alguna nueva información surge y da mucho
para hablar en las grandes salas de redacción de los medios nacionales e
internacionales. El pequeño subcontinente vive momentos de tensión política,
social y económica, en ciertos casos las tres juntas. Con una población de más
de 400 millones de personas, los países más grandes son los que más noticias
expulsan desde sus capitales.
Argentina, por ejemplo, vive actualmente una tensión social
provocada por las reformas y ajustes económicos que ha promovido el tan
cuestionado presidente Mauricio Macri.
Desde su llegada a la Casa Rosada (sede del Poder Ejecutivo) se propuso superar
la crisis económica que dejó su antecesora Cristina
Fernández de Kirchner, quien apuntó al país como una de las naciones con la
inflación más alta y hoy sufre desempleo, subida del precio de los servicios,
inflación y constantes acusaciones de corrupción.
En Bolivia la situación es caótica en lo
social; el arduo conflicto entre el Gobierno de Evo Morales y las cooperativas mineras se ha vuelto sangriento y
represivo. La semana pasada el régimen
cocalero de Morales empleó una acción policial de desalojo de carreteras
que implicó la detonación de armas de fuego y la reprochable respuesta de los
mineros de asesinar al viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes. La
opinión pública boliviana se encuentra consternada ante los actos violentos que
se han estado suscitando en distintas ciudades de ese país.
La situación
no es mejor en Brasil, ya que en el
gigante suramericano se está llevando a cabo el histórico juicio político o impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff quien ha sido acusada de
maquillar las cuentas fiscales y se encuentra sentada en el banquillo del
Senado respondiendo, a duras penas, las preguntas que los senadores han
preparado para ella. Todo esto ha provocado protestas en apoyo a Dilma y
rechazo al gobierno interino de Michel
Temer que ha puesto en marcha políticas de ajustes, que según él, serían
“para beneficiar al pueblo brasileño”, sin embargo, aunque los ciudadanos de
esta nación suramericana no quieren a la presidenta Rousseff, tampoco tienen
buen visto de Temer. Esperemos.
Ahora, en Chile se está pensando en las venideras
elecciones presidenciales, donde la oposición buscará reemplazar a Michelle Bachelet y así poder
reconquistar el poder que tuvieron con Sebastián
Piñera, pero en las calles chilenas también se vive una tensión social
importante, ya que los estudiantes y diversas organizaciones pro-educación
pública se han manifestado para exigir una reforma que permita a las universidades
aceptar estudiantes de bajos recursos y se amplíe un sistema público integral,
algo que Bachelet no ha logrado.
En Colombia se vive una realidad que para
otros es una pesadilla. En el país cafetero se ha logrado un histórico acuerdo de paz y cese al fuego entre el
Gobierno de Juan Manuel Santos y la
organización terrorista de las FARC-EP,
quien juntos han firmando en La Habana este acuerdo que da por finalizada la
guerra vivida desde 52 años por el país suramericano. Pero todo no es color de
rosa, el próximo 2 de octubre se celebrará un plebiscito para que los
colombianos voten si están de acuerdo o no con los acuerdos.
Tal vez la
situación de Ecuador no es tan
caótica, pero ya se sabe, por boca del presidente Rafael Correa, que no optará por reformar la Constitución e ir por
un tercer mandato presidencial, que según él, “ganaría sin pensarlo”. Este país
se está recuperando de un destructivo terremoto que dejó decenas de muertos y
heridos, así como una destrucción de infraestructura importante que tendrá que
ser resuelta por el próximo gobierno.
En la Guyana las noticias son pocos menos
terribles, a pesar de las caídas económicas, se ha logrado superar y el proceso
sigue, aunque en el ámbito diplomático presenta problemas fronterizos con Venezuela por la región del Esequibo.
En cuanto a Paraguay, que es el país más pobre de
la región (según la ONG Oxfam Intermón),
se suscitan tiempos de tensión ante el resurgimiento del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP)
quien hace unos días asesinó a ocho militares en una cobarde emboscada. Paraguay también lidera el grupo de Mercosur que se opone fervientemente a
que Venezuela asuma la presidencial
pro-tempore.
Ya en Perú hay un nuevo gobierno que se ha
propuesto liderar una profunda reestructuración económica y alinear de una vez
por todas a la nación por el rumbo del libre mercado. Hace pocos días el
presidente Pedro Pablo Kuczynki
aseguró que el Perú necesita una
mayor organización y recursos para la modernidad.
En el Uruguay la situación interna es de
abundancia económica, a pesar de los problemas políticos. En el hermano país
también se lleva con atención la crisis del Mercado Común del Sur (Mercosur) pero desde allá es observado
con un punto más neutral y conciliador. Tanto el presidente Tabaré
Vázquez y el canciller, Rodolfo Nin
Novoa, están buscando la solución más eficaz para que se decida si será Venezuela o no quien asuma la
presidencia. Es un tema que también nos toca ver en su desarrollo.
Y finalmente
Venezuela, aquí la crisis ya ha
sobrepasado los niveles de anormalidad y se ha convertido en una desgracia. La
crisis económica, política y social tiene en el ojo del huracán al régimen de Nicolás Maduro, quien en los últimos
días ha desatado una persecución contra líderes opositores, todo esto en
víspera de la comentada marcha del 1 de
septiembre. La crisis venezolana es atroz y en todo el mundo se habla de
ella; se pide la salida constitucional de Maduro mediante el referéndum
revocatorio, mientras que el chaveco CNE
lo dilata con descaro. A los venezolanos nos toca actuar en el desarrollo de la
crisis y actuar con serenidad para no terminar de llevar al país a su máxima
destrucción.
Carlos Guerrero / @SrVenezolano.
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