Desde 1999, con la llegada del ex presidente Hugo Chávez, Venezuela se ha visto afectada por el fenómeno de la inflación que se fue calando poco a poco en los hogares del país y logró socavar la más profunda estabilidad. En tal sentido, la canasta básica de alimentación, desde entonces, ha presentado variaciones proporcionales traducidas en aumento como consecuencia de un panorama situacional poco alentador.
De esta forma, la devaluación de la moneda con respecto al dólar, la baja obtención de divisas para la compra de materias primas y los altos costos de producción, entre otras cosas, representan factores importantes y contribuyentes a que el sector productivo de la Nación valla en descenso y por ende exista un alto costo de vida.
El instituto nacional de estadística (INE), quien es el encargado de citar las cifras correspondientes al precio de la canasta básica familiar, no pronuncia estos datos desde el año 2014. Sin embargo, el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda) junto con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) estipula que el precio de ésta en el mes de mayo es de 303.615,59 bolívares, el aumento fue de 18,5% con respecto al mes anterior, equivalente a 47.468,80 bolívares, es decir, que en la actualidad se necesitan 20,2 salarios mínimos (15.051,15 bolívares) para cubrir los gastos necesarios.
Ahora bien, Sin duda alguna la pregunta frecuente de los ciudadanos es: ¿cómo hace aquel que solo percibe un sueldo mínimo?
Y la respuesta es evidente, para el sector gobierno parece ser fácil decir que el problema lo resuelve la medida de los CLAP, porque son productos menos costosos y llegan a las puertas de los hogares, aunque la realidad es que se ha vuelto un negocio e incluso una red delictiva.
Para el sector oposición la salida parece ser el revocatorio, pero para otros sistemas sociales la solución consiste en liberar los controles de precios, la asignación de divisas y la reactivación del aparato productivo, haciendo alusión a lo que deja en evidencia la curva de oferta y demanda, donde mientras exista mayor producción, los precios de los productos reducen.
La ciudadanía por su parte está consciente de que la crisis existente en el país ha sido agresiva, trayendo hambre, desequilibrio e incluso muertes, también sabe que la solución a los problemas está en manos de todos y que si quieren una Venezuela diferente, donde con un salario mínimo puedas comprar la canasta básica familiar, puedas comprar ropa, zapatos y todo que se quiera, tienen que tomar decisiones diferentes.
José D. Escalona / @JoseDaniel_es.
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