Con la evidente crisis económica por la que está atravesando Venezuela en la actualidad, el gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros, decidió implementar o instalar el Consejo Nacional de Economía Productiva para la activación de catorce motores, que presuntamente reactivarían el sistema económico nacional ante la emergencia económica presentada debido a la caída de los precios del crudo. Esto con el fin de sustituir el modelo rentista por uno socio-productivo.
Los motores farmacéuticos, industrial, hidrocarburos, petroquímica, minería, construcción, forestal, militar industrial, telecomunicaciones e informática, economía comunal, social y socialista, agroalimentario, nuevas exportaciones para generación de divisas, banca pública y privada y motor turismo nacional e internacional, forman en totalidad la estrategia ideada por el gobierno nacional para solventar la emergencia económica.
Es válido mencionar que la conceptualización o visualización de la idea no fue mala, y seguramente la intención del estado tampoco lo fue, pero ya casi se cumplen cinco meses desde la activación que se produjo el 19 de enero de este año, y a pesar de que se esperaban resultados a corto plazo, la realidad económica de la nación sigue sin mejorar. Hoy en día se sigue hablando de los catorce motores y mucha gente se pregunta: ¿será que esos motores se fundieron?
La crisis económica en el país se acentúa y los ciudadanos no logran entender por qué las políticas implementadas no dan los resultados deseados. No se puede negar que el estado sigue trabajando en la resolución de los problemas pero todo parece indicar que no ha sido suficiente. Sin embargo, de forma particular, estoy a favor de aquellos criterios que aseguran que la principal crisis en el país es la crisis de valores y que eso da como resultado el fracaso de cualquier política.
Cuando en un país se rompen los canales regulares y desde los ciudadanos hasta los funcionarios públicos se hacen participes de actos de corrupción, no existen buenas intenciones ni buenas políticas que logren contrarrestar a ese flagelo.
Hoy Venezuela está pasando por diversas crisis; entre ellas la política, la social, la económica y eso es algo que no se puede esconder, pero lo realmente importante es aprender de las realidades y de las percepciones, entender que todos formamos parte de un país, que no existen diferencias reales y que las limitaciones solo están en las mentes.
El futuro de Venezuela no está en manos de un dirigente político, de un gobernador o de un presidente, el futuro de Venezuela está en las manos de todos, porque todos somos actores sociales, políticos, pero sobre todo actores económicos y esa condición nos da la capacidad de ser nosotros los que demos la dinámica a la economía nacional, independientemente de las políticas económicas, monetarias y fiscales.
José D. Escalona / @JoseDaniel_es.
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