Desde China hasta Guatemala se sabe lo que está ocurriendo en Venezuela; unos medios lo informan con imparcialidad, pero otros adeptos al régimen de Maduro lo manipulan y justifican sin vergüenza alguna. Venezuela es tema de conversación de punta a punta en el Mundo, pero no es un tema de conversación justamente para alabar los avances tecnológicos, ni mucho menos para mostrar felicidad porque es el país con la menor tasa de criminalidad, no.
Venezuela es un país en crisis humanitaria, aunque el régimen imperante afirme que es solo una invención de la oposición, pero la verdad es que los venezolanos tienen hambre, tienen “rugidos” en el estómago; desde los más pequeños hasta los más grandes sufren los horrores del llamado “Socialismo del Siglo XXI”; hay hambre y eso es verdad, eso es lo que se sabe, es eso lo que se comenta y no se puede eliminar por mero capricho.
El régimen ha creado una organización de distribución de alimentos llamada Clap (Comités Locales de Abastecimientos y Producción), estas pequeñas cúpulas encabezadas por militantes del PSUV, buscan “construir una base sólida que permita acabar con la especulación y el bachaqueo”, en pocas palabras: Los Clap quieren controlar de manera más directa y descarada a los bachaqueros en cada punto de distribución y ante todo esto se ha comenzando un juego despiadado con el hambre de los venezolanos, pues el régimen chavista es quien decide quién tiene acceso a esos alimentos que los Clap buscan distribuir y quién no tiene acceso a los mismos por pensar distinto y no militar en el partido gobernante.
Jugar con el hambre de los ciudadanos es un grave y horroroso error; es una forma de controlar las decisiones, actuaciones y hasta pensamientos de los ciudadanos, pues presionan para que firmen en alguna lista de apoyo al gobierno o buscan comprar el voto con alimentos, que según la propia Constitución es un derecho que tienen todos los venezolanos. Maduro, en su afán de inepto, quiere minar el camino a un posible referéndum revocatorio, y ante la realidad de su posible perdida de poder, ejecuta violaciones a los DD.HH. como es la violación del derecho a la alimentación, él y toda la cúpula plutócrata, juegan con el hambre del pueblo, juega con tu hambre, juegan con risas y bailes. Los venezolanos no pueden seguir permitiendo tal aberración.
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