Esta ha sido una semana muy movida en cuanto a decisiones económicas que han tenido gran impacto en la sociedad, mientras en algunos lugares se establecen distintos proyectos que contribuyan a solventar la crisis económica existente, como lo son la inauguración del teleférico Mukumbari del estado Mérida y la instalación de las 14 fábricas para producir fármacos, anunciada por el vicepresidente Aristóbulo istúriz, en otros, el racionamiento eléctrico de cuatro horas por día y el nuevo uso horario fueron motivos para salir a la calle y pelear por la entrega de las planillas para las firmas que acompañaran la solicitud del referéndum revocatorio.
Principalmente, el racionamiento eléctrico ha causado descontento en la población, llevándola a tomar las calles del país con pancartas, cacerolas e incluso provocando actos violentos y descontrolados como los saqueos y la destrucción de lugares públicos que son propiedad del Estado venezolano. Los ciudadanos se quejan constantemente de la anarquía existente, de que todo el mundo quiera hacer lo que la da la gana y de que nadie pareciera tener suficientes pantalones para darle solución a las problemáticas existentes.
La aflicción se hace aún mayor, las colas siguen sin cesar, el pasaje volvió a aumentar este 1ro de mayo, la escasez es cada vez más intensa ya que salimos a comprar y no conseguimos los productos, pero cuando conseguimos 1 Kg de arroz cuesta hasta 1.100 Bs. El gobierno bolivariano pareciera tener la intención de contrarrestar los efectos negativos de la crisis, pero cada decisión que implementa arremete de una peor manera contra las esperanzas del pueblo.
Por otro lado, la oposición venezolana está asumiendo una posición estática, limitada específicamente a un referéndum como si esa fuese la única alternativa, pero será que se habrán preguntado ¿Qué viene después?, ¿Será suficiente con sacar a Maduro del poder? La realidad es que las variaciones en la economía tienen que ver de forma directa con las medidas del gobierno, pero es obvio, si en la constante guerra, no dejan que la Asamblea Nacional termine de ejercer sus funciones y no la han dejado intervenir.
Sigue la disputa... por un lado, el gobierno con su falsa democracia y las ansias de seguir mandando; por otro lado, una derecha obstinada y radical que no termina de facilitar un diálogo sincero. Pero en el medio está un pueblo cansado de la división, cansado de los pesares económicos, cansado de vivir como en una cuna de lobos feroces y hambrientos capaces de devorar al país entero con tal de lograr sus objetivos, un pueblo cansado de la corrupción, de la anarquía y de la esclavitud.
José D. Escalona / @JoseDaniel_es.
José D. Escalona / @JoseDaniel_es.
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