Chávez fracasó y quebró; inició la destrucción que hoy tenemos como país en todas las áreas visibles; se destruyó la economía, se contaminó la política, se acabaron los valores y atacaron la educación libre. Venezuela es un país distinto, no somos el país que otros conocieron en la llamada “Cuarta República”, el hambre es más grande, la muerte es el pan de cada día y las mentiras del gobierno son las telenovelas diarias; parece una novela de Stephen King, pero ni el “realismo socialista” que un día planteó Maxim Gorki en sus obras literarias, ha logrado pintar de bonitos colores lo que Chávez inició y Maduro lleva en los hombros: el fracaso indetenible de su modelo. El país se encuentra hoy al borde de un colapso más grande del que ya vive, pero el gobierno, muy inepto e incapaz, se niega a reflexionar y a dar el paso para iniciar el camino al entendimiento y la reconstrucción de Venezuela, sigue la nomenklatura roja y aburguesada creyendo que es mayoría y que nadie podrá sacarlos del poder. Maduro es sin duda un títere que va y viene, que se mueve como le ordenan y que dice lo que le escriben; él sabe que su futuro es incierto pero lo que sí es seguro es que no podrá seguir en el poder, su propio partido lo rechaza, las bases no lo quieren e incluso piden su renuncia; el poder militar está tentando el Miraflores y las conspiraciones cada día son mayores ante el fracaso evidente y la falta de soluciones.
Nadie pensó, aunque muchos lo advirtieron, que el Socialismo era la perdición, muchos pidieron reflexión cuando las masas enamoradas iban a donde Chávez ordenaba, se decían cansados de la “política”, pero votaron y coronaron a la funesta antipolítica analfabeta; creían pintar un pato y pintaron un garabato; propiciaron la destrucción del país con consignas y eslóganes favorables a la ideología del “mesías”. Le dieron alas al hombre que se creía “Dios”. La destrucción del campo, de las empresas expropiadas, de las propias empresas públicas y la actual crisis económica, son el ejemplo más vivo del fracaso al cual nos ha llevado el Chavismo en sus 17 años de gobierno; ha sido, según las últimas encuestas, el gobierno de Nicolás Maduro, el peor que ha tenido Venezuela, su popularidad está por el suelo y no parece tomar vuelo; los medios difusores de información como RNV u otras emisoras comunitarias, son un punto de críticas directas al modelo económico del gobierno, sin embargo, las personas que están dentro del partido que no quieren a Maduro pero aman a Chávez, dicen que la culpa de todo es de Maduro sin analizar el contexto del pasado, que es el gran impulsor del fracaso del presente.
Mientras los venezolanos estamos desesperados tratando de sobrevivir a las políticas económicas draconianas, tomada por Maduro y toda la nomenklatura ultraortodoxa, el gobierno se debilita más y la indignación crece entre la población cansada del régimen actual. Ya es tiempo de salir de Nicolás Maduro por las vías constitucionales y pacíficas, es momento de apresurar su salida, estamos a tiempo de evitar el colapso total pero los jefes de Maduro se niegan a las vías electorales y asumen la provocación como herramienta para victimizar al partido. Venezuela no aguanta más, el fracaso socialista asfixia a todos por igual; ante esto pido al CNE que active los mecanismos para el referéndum revocatorio y así lograr una salida pacífica a toda esta crisis.
Carlos Guerrero / @SrVenezolano.
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